Tatá: reseña de una vida que muere dos veces y enciende la memoria
Valérie Perrin regresa a la ciudad natal y a los lazos invisibles de familia con una intriga íntima en Gueugnon, publicada en España por Duomo en 2025.

Tatá
Agnès recibe una llamada imposible: su tía Colette ha muerto de nuevo. Esa grieta en la realidad abre Tatá, el nuevo libro de Valérie Perrin, donde la identidad se recompone a base de silencios, cintas de casete y amistades que envejecen con nosotros. La autora francesa, fenómeno de ventas desde Cambiar el agua a las flores, ofrece aquí una variación más oscura de su ternura habitual.
El texto llegó primero en francés en septiembre de 2024 y despegó con fuerza en librerías, antes de asentarse en Italia en lo más alto de las listas. En España apareció en agosto de 2025 de la mano de Duomo con traducción de Núria Viver y edición de 560 páginas, y cuenta con versión en audio narrada por Neus Sendra. La recepción popular fue temprana y ruidosa, mientras la crítica destacaba el pulso narrativo y la calidez de su mirada.
Lo que nos gustó
- Estructura coral y no lineal que dosifica la intriga mediante grabaciones en casete, testimonios y saltos temporales sin perder el hilo emocional del relato.
- Retrato afectuoso de la Francia de provincias que evita el cliché y convierte Gueugnon en personaje vivo, con memoria obrera y orgullo local.
- Voz narrativa empática que ilumina vidas corrientes con una ética de la escucha, logrando que el lector cuestione lo que cree saber de los suyos.
Lo que no nos gustó
- Extensión generosa que a veces diluye la tensión y puede fatigar a lectores que prefieren tramas más concentradas.
- Acumulación de subtramas y coincidencias que, en algunos pasajes, roza lo inverosímil y resta fuerza al misterio central.
- Cierta reiteración de recursos sentimentales que los seguidores de la autora reconocerán y que aquí no siempre sorprenden.
Conclusión
Tatá es para lectores que disfrutan de sagas familiares con misterio, de la respiración amplia y de personajes que crecen a base de matices. Si buscas un thriller vertiginoso o un experimento formal radical, quizá este trabajo te parezca lento o demasiado sentimental.
Perrin nos recuerda que toda vida guarda un archivo secreto y que escucharlo puede cambiarnos. ¿Qué grabaríamos nosotros en esas cintas para quienes vendrán después?
Comentario adicional
Perrin teje aquí un puente con su obra anterior. Como en Cambiar el agua a las flores, la autora mira a quienes rara vez ocupan la primera fila de la literatura y los coloca en el centro, con compasión y oído de periodista. No es casual que Tatá naciera con una investigación paciente de voces y recuerdos, y que su eco haya resonado en ventas francesas e italianas.
El libro conversa también con Trois, pero apuesta por una ambición mayor al rozar heridas históricas y cuestionar los relatos heredados. La propia Perrin ha señalado que en esta novela se atrevió con materiales más ásperos, incluso un capítulo de la Shoah, integrados en una dramaturgia íntima que evita el morbo y apuesta por la dignidad de los supervivientes. ¿Hasta dónde puede la palabra reescribir el pasado sin traicionarlo?