Opinión de Atrévete a no gustar de Ichiro Kishimi: ¿vale la pena?
Una conversación filosófica que desarma creencias y propone una libertad incómoda pero necesaria.

Atrévete a no gustar
¿Te gustaría dejar de medir tu vida por el aplauso ajeno? Atrévete a no gustar plantea esa pregunta sin rodeos y la convierte en el motor de todo su argumento.
Se trata de un diálogo entre un filósofo y un joven que recorre ideas de la Psicología Individual de Alfred Adler. Ichiro Kishimi, junto con el coautor Fumitake Koga, usa una forma sencilla de seguir para explicar cómo romper con la necesidad de aprobación y asumir la responsabilidad del presente. Esta es mi opinión y análisis, con un resumen breve y sin spoilers.
Lo que nos gustó
- El formato de diálogo facilita un resumen mental claro de conceptos complejos y mantiene el ritmo de lectura.
- Aporta ideas prácticas como la separación de tareas y el foco en el presente, útiles para decisiones cotidianas.
- Su crítica a la búsqueda de reconocimiento constante resulta liberadora y está explicada con ejemplos concretos.
Lo que no nos gustó
- La repetición de algunos argumentos puede sentirse insistente si buscas un avance más dinámico.
- Quien espere técnicas paso a paso puede encontrarlo más filosófico que práctico.
- El joven interlocutor a veces suena caricaturesco, lo que resta matices a la discusión.
Conclusión
Atrévete a no gustar vale la pena si quieres cuestionar creencias sobre la validación externa y buscas un análisis que conecte ideas con vida diaria. Lo recomiendo para lectores que disfrutan la crítica argumentada y no necesitan un manual de 10 pasos para cambiar hábitos.
Más allá de estar de acuerdo en todo, el libro cumple su cometido: provoca reflexión y conversación. Si ya lo leíste, comparte tus opiniones y qué parte te ayudó más a poner límites sin culpa.
Comentario adicional
La obra se apoya en la Psicología Individual de Adler y la traduce a un lenguaje cotidiano. El diálogo recuerda al estilo socrático y a veces evoca al estoicismo por su énfasis en lo controlable. Donde otros libros de desarrollo personal prometen hacks, aquí se propone un cambio de mirada: dejar de vivir para gustar y empezar a vivir para contribuir.
En comparación con títulos como El poder del ahora o Hábitos atómicos, este libro no compite en instrucciones, compite en marco mental. Su mejor aportación es la separación de tareas, que baja la ansiedad social y aclara límites en el trabajo y la familia. También se agradece que hable de comunidad y cooperación como antídoto a la autoexigencia aislada. Yo salí con varias notas que se pueden aplicar sin necesidad de listas infinitas.