Las que no duermen NASH, de Dolores Redondo: mi opinión honesta sobre un relato que late en la noche
Un cuento breve y atmosférico donde la noche, el cuerpo y la culpa dialogan con la sensibilidad de Dolores Redondo.

Las que no duermen NASH
Leí Las que no duermen NASH de Dolores Redondo en silencio nocturno y entendí desde la primera página por qué la autora brilla cuando la oscuridad aprieta.
Este relato breve nace en el marco de una iniciativa literaria de concienciación sobre NASH, una enfermedad hepática silenciosa conocida como esteatohepatitis no alcohólica. Redondo aprovecha ese contexto para hablar de miedos íntimos, del cuerpo que susurra y de las cargas que las mujeres sostienen en la noche.
Comparto aquí mis opiniones con el foco puesto en la experiencia de lectura, no en la campaña. Quien venga del Baztán reconocerá su pulso atmosférico y su empatía hacia los personajes. La historia se sostiene por la tensión emocional más que por el giro sorpresa, y eso me funcionó.
Lo que nos gustó
- La prosa de Dolores Redondo es sensorial y precisa, convierte la noche en un personaje y cada detalle tiene peso emocional.
- La atmósfera se levanta en pocas páginas con tensión contenida y un final que resuena sin trucos.
- Integra el trasfondo de NASH con empatía, sin morbo, y abre una conversación necesaria sobre lo que no se ve.
Lo que no nos gustó
- Su brevedad deja preguntas abiertas y un deseo de acompañar más tiempo a la protagonista.
- En un par de pasajes la intención divulgativa asoma de forma explícita y resta sutileza a la metáfora.
- Los personajes secundarios quedan esbozados y podrían haber aportado más contraste.
Conclusión
En resumen, mi opinión sobre Las que no duermen NASH de Dolores Redondo es que ofrece una lectura corta y hondamente humana, perfecta para una tarde tranquila. Te llevas una historia que conversa con tus propias noches en vela y te deja pensando en aquello que el cuerpo calla. Si buscas un analisis que te guíe la decisión, diría que el valor está en su atmósfera y en la forma de poner en palabras lo que muchas veces se silencia. Si te gusta la narrativa atmosférica y los personajes que respiran verdad, dale una oportunidad. Léelo y coméntalo con tu club de lectura o con alguien cercano. Quizá, además, te anime a informarte mejor sobre NASH en fuentes médicas fiables.
Comentario adicional
Dolores Redondo, conocida por el universo del Baztán y por Todo esto te daré, regresa aquí a una escala íntima. Mientras la leía pensé en La cara norte del corazón por la humedad emocional, aunque en Las que no duermen NASH el crimen cede espacio a lo íntimo y cotidiano. En mi analisis de estilo, lo más potente es cómo afina la voz narradora para que la noche pese sin subrayados, con imágenes precisas que se quedan rondando la cabeza. Si te atraen relatos psicológicos con trasfondo social, este encaja de maravilla. Para lectores nuevos de Dolores Redondo, es una buena puerta de entrada a su sensibilidad. Para quienes la siguen, suma una pieza curiosa en su diálogo entre oscuridad y compasión.