Hija de la Venganza: crítica del martillo, la clarividencia y la Gilded Age
Michael McDowell regresa en español con un folletín oscuro y vertiginoso donde Philomela Drax y Katie Slape miden obsesiones a golpe de destino.
Hija de la Venganza
Hay libros que avanzan como una locomotora nocturna y cada capítulo es una estación iluminada por sangre y superstición. Hija de la Venganza recupera para el lector en castellano Katie, novela publicada originalmente en 1982, y la trae con nuevo pulso editorial y empaque de clásico maldito. ¿Hasta dónde empuja McDowell la violencia sin caer en la gratuidad? La pregunta atraviesa un relato que combina pulso pulp con precisión victoriana.
En esta edición de Blackie Books, traducida por Carles Andreu, el libro llega en 2025 y confirma por qué el nombre de McDowell volvió a resonar tras el fenómeno Blackwater en el mercado hispano. La historia se sitúa en 1871 y enfrenta a la decidida Philomela Drax con la despiadada y clarividente Katie Slape en una cacería por Nueva Jersey, Nueva York y Saratoga, con ecos de los penny dreadfuls que McDowell homenajea con saña y elegancia.
Lo que nos gustó
- Antagonista memorable: Katie Slape es un molde de villanía femenina con rasgos sobrenaturales y un arma tan concreta como simbólica, el martillo, que vuelve icónica cada escena.
- Estructura en persecución sostenida que alterna set pieces brutales con pausas de respiración dramática, heredera del folletín decimonónico pero con montaje de thriller contemporáneo.
- Mundo histórico tangible y sucio que explora clase, charlatanería espiritista y corrupción urbana sin sacrificar el placer visceral del cuento oscuro.
Lo que no nos gustó
- La reiteración del recurso del martillo puede aplanar la sorpresa para lectores que busquen variedad en la puesta en escena de la violencia.
- Philomela, aunque eficaz como motor narrativo, resulta menos compleja que su antagonista y pierde densidad en el tramo medio.
- El ritmo episódico, fiel al espíritu de los folletines, provoca algún bache de repetición que enfría la tensión antes del clímax.
Conclusión
Si disfrutas de los thrillers históricos con nervio pulp, atmósferas vívidas y villanas de antología, este libro te atrapará sin miramientos. Quien busque introspección psicológica sigilosa o terror sugerido quizá prefiera otras obras del autor como The Elementals antes de entrar en esta danza de persecución y venganza.
¿Es Hija de la Venganza el mejor punto de entrada para quien llega desde Blackwater? Depende del paladar, pero su combinación de velocidad narrativa y mala leche literaria deja una huella contundente. Cierra la última página y dime, lector, si el eco del martillo no sigue sonando en tu cabeza.
Comentario adicional
La novela dialoga con otras incursiones de McDowell en la Norteamérica decimonónica. Frente a Gilded Needles, más coral y centrada en el choque entre clases, Hija de la Venganza opta por una partitura de dos voces donde la psicología se explica en la fricción del duelo, no en largos parlamentos. Se percibe la misma fascinación del autor por las mujeres que deciden el destino de su comunidad, rasgo visible también en Blackwater y que aquí toma forma de antagonista hipnótica.
El linaje editorial del texto también importa. Tras su recuperación en inglés por Valancourt Books en 2015 y el eco crítico asociado, la llegada en 2025 con título español más enfático que el original Katie revela una lectura comercial inteligente: se explicita el motor emocional de la historia y se subraya el pacto con el lector de género. El cambio de título y el traslado al castellano sitúan este trabajo en la conversación actual sobre rescates canónicos del pulp de calidad.