Domingo de Revolución: intimidad vigilada y deseo en La Habana – reseña

Wendy Guerra firma un libro de cámara, donde la vida cultural habanera se filtra por una voz íntima que discute el precio de escribir bajo observación.

Publicado el 2 octubre 2025

Lo que nos gustó

  • Voz diarística de gran proximidad que alterna escenas vívidas con apuntes reflexivos, sin solemnidad y con ironía medida.
  • Construcción sensorial de La Habana como personaje: ritmos, silencios, calor, burocracia y calles que condicionan las decisiones íntimas.
  • Tensión ética sostenida entre la necesidad de decir y el costo social de hacerlo, que interpela al lector sin sermonear.

Lo que no nos gustó

  • Estructura fragmentaria que por momentos diluye la progresión dramática y exige un lector dispuesto a llenar huecos.
  • Reiteraciones metatextuales sobre vigilancia y creación que pueden sentirse circulares en el tramo medio.
  • Secundarios masculinos menos perfilados, cuya función a veces es instrumental frente al magnetismo de la narradora.

Comentario adicional

Domingo de Revolución dialoga con una tradición cubana donde la ciudad es escenario y conciencia: más que el mosaico exuberante de Cabrera Infante o el mapa moral de Padura, aquí la cartografía es doméstica, corporal, mínima. Guerra se alinea con la autoficción latinoamericana que explora el yo bajo presión histórica, pero evita el exhibicionismo: lo biográfico importa sólo en la medida en que tensiona la escritura. Hay un subtexto persistente sobre la lectura como acto político: quién lee, cómo se lee y para qué. La vigilancia no aparece como monstruo abstracto, sino como ruido de fondo que modula el deseo y la amistad; esa elección estética explica la recepción dividida entre quienes celebran la lucidez íntima y quienes sospechan de un narcisismo de época.

Conclusión

Esta obra es para lectores que disfrutan el pulso del cuaderno, la ciudad como atmósfera y la política en minúsculas: decisiones, miedos, lealtades. No convencerá a quienes busquen un argumento cerrado, giros de thriller o respuestas totales. La pregunta que deja rondando no es menor: ¿qué significa escribir —y amar— cuando el espacio privado se vuelve poroso? Guerra sugiere que el estilo también es una forma de defensa, y que a veces la literatura es la única habitación con pestillo.

Actualizado: 2 octubre 2025